Explorando un riguroso estudio de simulación sobre la protección de las personas en riesgo de contraer COVID-19
La pandemia de coronavirus 2019 (COVID-19) causada por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) ha devastado vidas y medios de subsistencia en todo el mundo. Fue especialmente difícil contener la epidemia en zonas pobres y densamente pobladas.
La opción de mitigación, conocida como “protección”, consiste en aislar físicamente a las personas que se sabe que tienen un alto riesgo de enfermedad grave y muerte por COVID-19.
Un nuevo estudio publicado el medRxiv* Un servidor de preimpresión, que utiliza un único modelo matemático para simular la evolución de COVID-19 en una población, en la que una parte de las personas de alto riesgo son trasladadas a viviendas protegidas con diversos grados de contacto con otras personas.
¿Qué es el blindaje?
El blindaje es una medida de mitigación que puede reducir el riesgo de enfermedades graves y las tasas de mortalidad al mismo tiempo que fortalece la inmunidad colectiva en poblaciones de bajo riesgo. Al igual que otras medidas de contención, también podría aliviar la carga de los servicios de salud y permitir que las sociedades y las economías permanezcan abiertas y eficientes.
Se ha dicho que el blindaje es una intervención liderada por la comunidad diseñada sin modalidades predeterminadas. La protección de las personas de alto riesgo en “Protección de la vivienda” puede ser un arreglo potencial donde la segregación dentro de las familias no es posible. Sin embargo, la eficacia de la protección puede depender de varios factores, como el número de personas protegidas juntas, el momento de su introducción, los arreglos de prevención de infecciones, etc.
Nuevo estudio
Los modelos dinámicos segmentados existentes no capturan completamente la dinámica de blindaje a nivel individual. Lo que permanece desconocido es el daño potencial de introducir inadvertidamente una infección en viviendas protegidas, que pueden o no superar los beneficios de la intervención.
En el estudio actual, los científicos crearon un modelo matemático individual con el objetivo de simular una epidemia de COVID-19 en una población en la que un cierto porcentaje de personas mayores de una edad específica son trasladadas a viviendas protegidas. En estas residencias, las personas están diseñadas para tener diferentes niveles de contacto con su familia, el mundo exterior y compañeros de residencia en protección. Los científicos recopilaron datos sobre la demografía de los hogares y los patrones de mezcla social de un campamento para desplazados internos en Somalilandia y colocaron la simulación en contexto. Compararon una epidemia sin diluir con una intervención preventiva acompañada de diversas medidas para contener la propagación de la enfermedad. Se realizaron análisis de sensibilidad para evaluar parámetros como tamaño de residencia, número de reproducción, bajo número de contactos e inmunidad previa en la población.
Resultados principales
Los científicos han descubierto que el efecto de protección depende en gran medida de la eficacia con la que se implemente y de la cobertura de la población. El número total de personas vacunadas juntas y el contacto reducido entre personas protegidas y desprotegidas son factores clave que determinan la efectividad de la política.
El modelo predijo que las viviendas de protección más pequeñas serían significativamente más efectivas que las viviendas más grandes, ya que es menos probable que sean penetradas y, una vez penetradas, hay una oportunidad limitada para una mayor transmisión. Cuando no es posible implementar viviendas pequeñas, las instalaciones medianas, con medidas de mitigación adicionales, pueden ser una alternativa. También se señaló que la protección cerca de la casa vieja puede conducir a una mayor atención por parte de personas de bajo riesgo, ya que las tasas de contacto con personas desprotegidas no se pueden reducir mucho. También se observó que la densidad de contactos podría reducirse agrupando individuos de diferentes familias, en lugar de las mismas familias.
En el otro extremo del espectro, el modelo predijo que las viviendas grandes deberían evitarse a menos que se implementara una forma muy estricta de blindaje (poco o ningún contacto entre individuos protegidos y desprotegidos). Sin embargo, sería muy difícil implementarlo realmente. Si no es posible el autoaislamiento en la vivienda, se puede realizar un cribado, en el que los individuos sintomáticos son dados de alta de la residencia protegida lo antes posible después de la aparición de los síntomas.
El modelo predijo los efectos marginales de otras medidas de mitigación, como probar a las personas antes de proteger y desmantelar una residencia protegida una vez que se detecta un caso. Esto se debe a que estos procedimientos pueden fallar en la detección de personas que ya están infectadas pero que aún no son contagiosas. Además, en situaciones en las que el número de reproductores es bajo, proteger a los individuos en poblaciones medianas o grandes puede aumentar el riesgo de infección y provocar daños.
determinantes
Los académicos solo consideraron el campamento de desplazados internos de Digaale, que es un asentamiento relativamente pequeño y puede no ser representativo de otras áreas de bajos recursos o afectadas por crisis. Además, no se ha estimado el número de casos y las muertes esperadas después de la infección. El análisis asumió que solo las personas mayores de 60 años están en alto riesgo, pero que en futuras investigaciones se deben considerar definiciones adicionales de la población de alto riesgo. Finalmente, tampoco se ha considerado la implementación simultánea de otras medidas, pero generalmente medidas de protección acompañadas de otras intervenciones no farmacéuticas. La investigación futura podría abordar algunas de estas preocupaciones para proporcionar una comprensión integral de las medidas de protección para contener la epidemia.
*Nota IMPORTANTE
medRxiv publica informes científicos preliminares que no han sido revisados por pares y, por lo tanto, no deben considerarse concluyentes, guiar la práctica clínica / comportamiento relacionado con la salud o tratarse como información establecida.
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