Por si no lo has notado, los precios siguen subiendo en España y según las cifras de avance del Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación en septiembre llega al 4 por ciento.

Se basa en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que proporciona una medida estadística de la evolución del conjunto de precios de los bienes y servicios consumidos por la población residente en vivienda familiar en España.

Este índice se elabora mensualmente registrando 220.000 precios de 479 artículos, de 29.000 instituciones de 177 municipios del país, y los datos se obtienen mediante una combinación de visitas, llamadas telefónicas y correos electrónicos, por lo que se considera relativamente preciso.

Suponiendo que este indicador preliminar sea exacto, la inflación es un 0,7 por ciento más alta que la cifra de agosto y estará en su nivel más alto desde 2008.

Algunos argumentan que la inflación, si se mantiene relativamente constante y baja, tiene un efecto positivo en cualquier economía porque significa que la oferta monetaria es mayor que la demanda de dinero y esto ayuda a aumentar el volumen de negocios y hace que la economía sea saludable.

Si bien esto es positivo para los fabricantes y minoristas, afecta al consumidor en el bolsillo y también puede hacer que las exportaciones sean menos atractivas.

El reciente aumento de la inflación se debe en gran parte al aumento masivo del costo tanto de la electricidad como del combustible para los vehículos y en comparación con los precios más bajos durante 2020.

Sin embargo, con la entrada masiva de dinero del Fondo Europeo de Recuperación, existe la posibilidad de que si el gobierno no controla el gasto, la inflación seguirá aumentando.

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