El gobierno español ha endurecido sus reglas sobre las transferencias de petróleo de barco a barco después de un aumento en la actividad a lo largo de su costa.

Los petroleros que pretendan realizar operaciones frente a las costas del Mediterráneo y el Atlántico, incluso fuera de las aguas territoriales, deberán obtener el permiso del puerto español más cercano, según una nueva norma que entrará en vigor 20 días después de su anuncio el 22 de marzo.

La regla decía que los barcos que buscan servir a estos petroleros cargados de petróleo crudo, productos refinados u otros productos químicos tendrían que solicitar un permiso específico.

El comercio de combustible se ha visto complicado por la imposición de un tope al precio del petróleo ruso por parte del Grupo de los Siete países industrializados en diciembre, y las acciones separadas de la UE para prohibir las importaciones de crudo y productos derivados del petróleo rusos.

Como resultado, las transferencias de barco a barco se están volviendo más comunes, pero fuentes de la industria dicen que también se están convirtiendo en una preocupación de seguridad cada vez mayor.

En las últimas semanas, las autoridades españolas han interceptado varios petroleros sospechosos de haber derramado petróleo en el Mar Mediterráneo cerca de Barcelona y frente a las Islas Canarias.
Fuente: Reuters (Reporte de Inti Landauro; Editado por Angus MacSwan)